Estamos en una época en la que se ha desatado un deseo generalizado de disponer de una piscina en las viviendas, como modo de poder sobrellevar esos períodos en los que pasamos más tiempo dentro de nuestra casa, ya sea por confinamientos voluntarios u obligados por las autoridades.
La cuestión es que las playas han dejado de ser lugares seguros si hablamos en términos de posibilidad de contagio de virus y con las temperaturas cada vez más altas que tenemos, derivadas del cambio climático que sufrimos y que ya es aceptado por todos, las piscinas se convierten en una gran alternativa.
Quienes estén pensando en poner una piscina desmontable en una terraza de su piso, lo primero que hay que saber es que los arquitectos calculamos los forjados para soportar un peso de unos 250 Kg/m2 lo que traducido en el peso de una piscina, supone que soportaría una altura de agua de tan solo 25 centímetros.
Es cierto que calculamos con unos importantes coeficientes de seguridad y que también influye la zona de la estructura sobre la que colocamos la piscina, pero hay que enviar el mensaje de que no es una opción recomendable por encima de esos 25 cm de altura de agua. Podrían producirse problemas estructurales graves si tienen más altura.
Las piscinas de obra son una opción más cara, que necesita un proyecto de obra realizada por un técnico competente y una autorización municipal para su construcción, pero también son la opción más segura y más duradera, que aumentará el valor de tu propiedad y que además es una de las obras que están permitidas en los terrenos clasificados por el planeamiento municipal como Suelo Rústico. Eso si, en Suelo Rústico debemos disponer de al menos 2.000 m2 de parcela.
Es importante asesorarse con un técnico con experiencia para saber que tipo de depuración es la más adecuada, que tipo de limpieza de la lámina superficial de agua debemos disponer, cual es la mejor posición para las bocas de retorno (en función de los vientos dominantes y de la sección del vaso), la profundidad del vaso que debemos escoger y el tipo de materiales con los que revestirla (eso va a influir en el color con el que percibamos la piscina).
Como vemos hay muchas cuestiones a tener en cuenta y es por ello importante el asesorarse con un arquitecto con experiencia en este tipo de instalaciones.